Untoria tiene el papel más ingrato
Defender y defender, trabajar y trabajar con poco lucimiento dada la enorme tarea que tiene atrás entre el acoso del tándem rival
Altuna lo está intentando, algo más activo que en su primera aparición en el Adarraga, pero no termina de subirse a la ola buena
18-12. Rezusta intenta una carambola de fantasía desde lejos y le ha salido una ración de mortadela
18-13. Gancho de Altuna a contrapié. Gran tanto con gran final. No se puede pedir más. Los cuatro se han dado una paliza en este tanto
Colorados piden descanso. Bien hecho
18-14, paradita a resto de Altuna
19-15, Altuna se equivoca en el amago porque Untoria estaba lejos.
El zaguero najerino lleva toda la tarde ocupando plaza fija en la zaga porque ahí es donde tiene el tajo.
20-15. Gancho a resto de Víctor
Víctor y Rezusta, finalistas
En 58 minutos y 438 pelotazos a buena
Ya tenemos a la primera pareja finalista para San Mateo
Víctor y Rezusta han ganado sus dos partidos y han roto las matemáticas
Ahora esperarán a ver quién les acompaña el domingo en la gran final
Los candidatos: Olaizola II y Zabaleta o Ezkurdia-Álbisu
Nosotros nos despedimos por hoy
Al equipo de larioja.com, gracias porque todo ha funcionado de maravilla.
Y reciban un afectuoso saludo de Miguel Martínez Nafarrate.
Arranca la sexta de feria.
Reciban un saludo afectuoso de parte de Miguel Martínez Nafarrate de todos los compañeros de larioja.com que hacen posible este pequeño milagro diario.
Disfruten de la fiesta, que ya agoniza, aunque sea moderadamente.
Hoy, plato especial en el frontón.
Tiene pinta de partidazo. Un regalito de Navidad. Se busca finalista. Olaizola II y Zabaleta contra Ezkurdia y Albisu. Tiene muy buena pinta.
Ahora están jugando ya el primero de la tarde
Aguirre y Salaverri contra Elordi y Merino
Zagueros riojanos para que a nadie le quede duda de a qué pareja animar.
Un frontón, cuando está lleno tiene una atmósfera muy especial y San Mateo es el mejor ejemplo. Una gozada para público y pelotaris en general. Se genera un ambiente precioso.
Pero lo sorprendente es comprobar que puede ser tranquilo como un monasterio unos miniutos antes de que la pelota empiece a sonar.
Los últimos toques y un ambiente de penumbra.
Ahora es todo griterío y luz